martes, 14 de junio de 2011

Las drogas sociales en el Perú




Pocos saben o recuerdan que la cerveza y el tabaco son drogas legales o también conocidas como drogas sociales junto a la anfetamina y el terocal. Estas drogas son admitidas por las normas y leyes de los países pero se suele establecer que sólo a personas mayores.

En el Perú es una muestra de cortesía y buena educación ofrecer alcohol en las  en las reuniones sociales entre amigos y familiares en las que muchos inician el consumo asiduo de bebidas alcohólicas. Según un informe del Instituto de Estudios Económicos y Sociales de la Sociedad Nacional de Industrias, en el país  “El consumo per cápita de cerveza subió de 20 litros en el 2000 a 39 litros en la actualidad”.

Asimismo, ocurre con el tabaco, la segunda droga más consumida en el país después del alcohol, donde se inicia el consumo de tabaco entre los trece y dieciocho años siendo el principal factor de cáncer al pulmón, lengua, faringe, tráquea, estómago, enfermedades cerebrovaculares, cáncer de vejiga y cuello uterino.

El tabaquismo es un hábito que se adquiere fácilmente por estar asociado con la belleza, la distinción entre otras cualidades que hablan bien de la apariencia personal pero que no obstante, cobra un alto precio a nuestra salud si se pierde el control de su consumo. Según la Comisión Nacional Permanente de Lucha Antitabáquica el Perú dispone alrededor de 900 millones de dólares en atención a pacientes con cáncer a consecuencia del tabaquismo.

Por otro lado, tenemos a la anfetamina que es un estimulante del sistema nervioso central y según un informe de CEDRO “más allá del valor médico que ha recibido se ha hecho con tres fines específicos: Control del peso, mejoramiento del desempeño físico y aumento del desempeño mental junto a la superación del cansancio. Algunas de estas sustancias son prescritas médicamente aunque su venta no requiere de indicación médica alguna para adquirirlas. Actualmente no existe en el país una legislación al respecto.

También están los solventes industriales como el terocal, comúnmente consumido por menores de edad en abandono que inhalan las fórmulas de pegamientos y pinturas o de sustancias como la gasolina, el tiner o la bencina cuya naturaleza es mantenida por los fabricantes como “secreto industrial”.

Hace un año el Congreso de la República aprobó una ley que prohíbe el consumo de tabaco en todos los lugares públicos cerrados como el centro de trabajo, hoteles, restaurantes, cafeterías, etc. Una medida que se alinea con el convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para control el tabaquismo.
Medidas como éstas son las que ayudan a las personas a controlar su adicción a las drogas sociales



            

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