jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Colisión o conciliación? Dos anhelos en el horizonte femenino: Maternidad y Realización Profesional


El día de ayer estuvo con nosotros en nuestro programa El Buen Consumidor, Osvaldo Cuadro Moreno, especialista en Familia y conferencista internacional, quien nos habló sobre la importante labor de las madres que habiendo quedado solas por diferentes razones salen adelante por sus hijos.
También manifestó que entre el anhelo de realización profesional que tienen las mujeres y su deseo de ser madres se produce, en algún momento, una colisión  que da lugar a una crisis que la lleva a ella a optar por uno de los dos roles; el problema está cuando por salvar la vida profesional opta por sacrificar su labor de madre delegándolo a otros. Hacer eso es pan para hoy, hambre para mañana, enfatizó.
Ese es el problema latente que no consigue resolver la mujer de hoy y con el que lidia todos los días de su vida, y es a partir del núcleo de este dilema que se desencadenan todos los problemas al interior de la familia.

Cuestión de orden
La pregunta es ineludible: ¿Cuál sería la solución?, ¿Que las mujeres no trabajen y vuelvan a conquistar el espacio doméstico del que nunca debieron haber salido?
La solución en este caso está muy lejos de ser la respuesta afirmativa a la segunda pregunta. La solución es sencillamente, cuestión de orden de prioridades. Ese orden debe de tenerlo claro la mujer ya desde  temprana edad para que a partir de esta claridad, decida qué hacer con su vida y sobre todo, acepte que no todo se puede tener en la vida y que hay cosas más importantes que otras.
Hay profesiones a las que podemos llamar más ‘femeninas’ que otras, es decir, que se adaptan mejor a la vida de la mujer que anhela ser madre de familia y esposa, así como hay profesiones que exigirán más de la vida de la mujer al punto de poder llegar a absorber hasta sus tiempos libres, como la mayoría de las profesiones científicas; para las mujeres con vocaciones profesionales de este tipo, es bueno que sepan que en algún momento esta vocación le puede ocasionar estragos en otros ámbitos de su vida como el familiar y social, para que se preparen con tiempo y sepan cómo afrontarlos.
¿Es posible entonces una conciliación entre vida familiar y profesional?, sí, es posible, siempre y cuando la mujer acepte que más allá de todo la familia siempre será siempre lo más importante y para quien piense lo contrario, los resultados serán en consecuencia, pero en estos casos, como se puede ver, no se admiten medias tintas, o lo uno o lo otro y los resultados también serán claros.

Un problema moral
Sin embargo, aunque podemos reconocer que el problema está en esa disyuntiva, si se va más allá, se puede ver que se trata de una
cuestión moral. Hoy día cuando campea con toda libertad el individualismo como forma de vida, la necesidad de superación y reconocimiento que si bien son cosas buenas, se distorsiona en cuanto lleva a la persona a sacrificar cosas que valen realmente a cambio de ese supuesto reconocimiento o mejor nivel de vida por el que luchan; por lo tanto, no hay que perder de vista que la desconexión con la propia sensibilidad conduce a caer en la seducción de vanidad de vanidades.
Hay un eslogan publicitario con el que simpatizo mucho que dice así: “Hay cosas que el dinero no puede comprar, para todo lo demás está Mastercard” El quid está en preguntarse cuáles son esas cosas que el dinero no puede comprar por más que se trabaje como esclavo para obtener ese dinero que, irónicamente, no lo podrá comprar. Como se verá es una lástima que nos matemos trabajando, juntando riquezas que al final jamás podrán comprar el cariño de los hijos, ni de los padres ni de los esposos y esposas, ni de los amigos.
La solución está en vivir abiertos a la generosidad en cualquier circunstancia, esa capacidad de renunciar a llevar todo lo lejos que se podría llegar profesionalmente, si no sería porque antes nos clama una familia por la cual sí valen todos los sacrificios para trascender.
Osvaldo Cuadro dijo con toda severidad que hay un problema de neurosis en muchas de aquellas mujeres que priorizan la vida profesional bajo la excusa de que “trabajan por sus hijos”, desatendiéndolos como debe ser y abandonándolos en brazos de las empleadas u otras personas durante horas.
La maternidad o ser esposa nunca será una moda, es una misión; por error muchas mujeres deciden ser madres o casarse por presión social o por motivos que distan mucho de la visión de la maternidad y el matrimonio que se resume en un acto heroico de generosidad. Por Mercedes .Sarapura S.


































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